sábado, 8 de mayo de 2010

Los besos que me pierdo

Mientras te besaba, no estaba ahí. Estaba pensando en el frío que hacía, en que no debía llegar muy tarde porque los nervios en mi casa estaban a flor de piel; estaba pensando en esto, en aquello, pero no estaba pensando en ti. Mi cabeza estaba ocupada en otras cosas, no disfrutando ese último beso, mientras tú me decías ''no sonrías, que entonces no te puedo besar bien...''. Estaba, pero no estaba. Y, nada más cerrar la puerta de mi portal, mientras tú esperabas de pie al lado de tu coche a que me metiera en casa, me di cuenta. Fui consciente de que no me quería perder ni un sólo beso contigo, ni el de bienvenida ni el de despedida. Quería vivirlos todos con la misma intensidad, con las mismas ganas, centrándome únicamente en ti y en ese beso, en nuestro beso.