No. No hay nadie que lo pueda explicar. Esta plenitud, esta serenidad. Estas ganas de ser yo, sin miedo; este increíble momento de sentirme tan, tan querida. Mala virtud la de necesitar de la gente ese trocito de amor, ese suspiro que me alienta, ese empujón que me ayuda a mantener el poco equilibrio que tengo. Ya ves, amor. Gestos de amor, o un simple chapuzón de recuerdos que a veces se me olvidan por querer centrarme demasiado en lo que me preocupa. Bobadas. Antes de irme a dormir pensaré en todo lo bueno de hoy, en todo lo bueno de ayer y en todo lo bueno de antes de ayer. Y así día tras día. Algo cambiará, ¿verdad? Dejar de repasar cada noche lo que podría haber hecho mejor, lo que debería haber hecho y no hice o, sencillamente, lo que creí hacer mal. Es absurdo machacarse por lo malo cuando, cada día, siempre hay alguna pequeña cosa que te ocurre. Un mensaje de una persona que se preocupa o se pregunta por ti, una sonrisa gratuita, un abrazo, una caricia, unas palabras agradables. La verdad es que creo que estoy cansada de tanto chape por derribo en mi interior, de asumir culpas que no son mías o de pensar en lo que piensan. Pensar en lo que piensan y pensar que no piensan nada bueno. Ya ves, gilipolleces. Todo va de dentro hacia fuera, y cada día me doy cuenta más de ello... ¿Por qué a veces veo el mundo tan torcido? ¿Por qué a veces me parece que estoy inclinada hacia el lado equivocado? ¿Por qué me pasan tantas cosas buenas y las obvio porque pienso que las malas son más trascendentes? Tengo unos padres que me quieren, unos amigos que me quieren o que me guardan cariño, gente que me apoya aún o que me recuerda con cierta ternura. Gente a la que aún le intereso, que aún se pregunta por mi. En fin, que no, que si hace falta me lo diré en voz bien alta y clara: soy importante. Soy MUY IMPORTANTE, y el mundo, aunque parezca mentira, no sería igual sin mi. El mundo no sería igual sin alguien, aunque fuera una pequeña personilla. Aunque fuera sólo un poco, algo cambiaría. Y yo sé que algo cambiaría...
No te lo puedo explicar. Hoy no.
Hoy sólo te sé decir que soy importante. La más importante del mundo, por fin...
No hay comentarios:
Publicar un comentario