jueves, 5 de mayo de 2011

Mi pequeño mundo vs El gran mundo

El mundo es muy grande. Es tan, tan grande que, cuando salgo de mi pequeño círculo al que también llamo mundo, siento que realmente aún no he visto nada. Que aún no he visto nada y que aún no he sentido ni pensado todo lo que me queda por sentir y pensar. Y me noto sorprendida, encantada y un poco confusa, pero satisfecha de haber descubierto que no todo se queda ahí. En el pequeño círculo de cada día que estoy segura de que si viviera constantemente en ese mundo tan grande y ajeno a mi, acabaría echando de menos. Pero mira, a veces abro las puertas y veo tanto paisaje aún por disfrutar que me tranquilizo. Y me asusto, a decir verdad. Porque conocer mundo me puede llevar a tomar decisiones difíciles, como decidir seguir o decidir romper con algo de mi antiguo círculo, de mi pequeño mundo. Cuando conoces, te juegas el agrado y el desagrado, y con el desagrado te vuelves a tu universo, pero con el agrado te arriesgas. Te arriesgas, porque tienes que ser valiente y decidir si te compensa más lo nuevo de ese nuevo mundo o lo conocido de tu pequeño círculo. Y eso es así. Lo que pasa es que a mi no me gusta tomar decisiones difíciles; siempre me quedo con la duda de si, realmente, acabé haciendo bien. Siempre acabo planteándome que si de verdad A era mejor que B, y me imagino si hubiera elegido a la inversa. Decisiones, la vida no es más que un camino de esas, y hoy no es más que un día de esos en los que no sé si prefiero quedarme en mi humilde morada o salir trotando por el verde césped del mundo, con olor a libertad...

No hay comentarios:

Publicar un comentario