jueves, 28 de enero de 2010
Nuestro reto.
Tal vez, por eso estamos aquí: porque tú tienes curiosidad por conocer a esa persona que escondo y no dejo salir, y porque yo intento descifrar con palos de ciego lo que quieres y lo que no, lo que piensas, lo que sientes. Los dos estamos intentando averiguar algo, ¿te das cuenta? Puede que sea eso lo que, ahora, nos está manteniendo unidos, y lo estaremos tanto tiempo como duren nuestras ganas de querer conocernos. El problema es ese, que puede que tú te canses antes, o que yo lo haga. Y, ¿sabes qué será lo más probable que pase si, al final, tú acabas descubriendo mi otro yo y yo te considero alguien previsible? que nos cansaremos y ya no supondremos un reto para el otro. Ni yo para ti y, quizás, ni tú para mi. O puede que nos enamoremos como dos idiotas cuando veamos que tanto tiempo, que tanta investigación sin ánimo de lucro, ha dado sus frutos: conocernos y querernos así, tal y como somos. Esa, para mi, sería la mejor prueba para justificar que todo este tiempo contigo está valiendo la pena...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario